Carlos, La Oveja que bala
Carlos, La Oveja que bala

Hay sabores que cuentan historias. En cada cuña de queso de La Oveja que Bala hay décadas de sabiduría, manos artesanas y una herencia que no ha perdido su esencia. Desde los años 50, esta familia quesera ha vivido por y para el campo, cuidando sus ovejas y transformando su leche en un manjar que enamora al paladar más exigente.
Todo empezó en Pozuelo de Calatrava, con los abuelos de Carlos Hernández, el actual líder del proyecto. Hoy, en Carrión de los Condes (Palencia), La Oveja que Bala es mucho más que una quesería: es una declaración de amor a la tradición, al buen hacer y al sabor que solo da el tiempo.
Carlos representa la tercera generación de una saga quesera que ha sabido mantener la calidad, la autenticidad y el alma de sus productos. Quesos artesanos elaborados como antes, sin prisas, sin aditivos, con leche cruda de oveja, paciencia y manos expertas que moldean cada pieza como si fuera única. Porque lo es.
El nombre lo dice todo: “La Oveja que Bala” es un homenaje a sus raíces, a esos animales que han dado tanto, y a un oficio que se niega a desaparecer. Cada queso es un trozo de historia, una textura que acaricia el paladar y un sabor que habla de campo, de fuego lento y de amor por lo bien hecho.